Fue un sueño quizá, quizá no, no sé.
Estaba en tu casa, llovía, como dicen por acá, a cantaros.
Se rebelaba el cielo contra nosotros, se daban vueltas sus nubes grises para arrojarnos con toda su fuerza, sus lágrimas, lágrimas…
El agua quería poseer nuestro cuerpo, por las rodillas amenazaba y amenazaba al compás del viento que la empujaba hacia nosotros.
Y nosotros, a nosotros no parecía importarnos, cambiábamos mates con palabras y miradas. Y el mundo daba vueltas, se sentían gritos, y mujeres que salían desesperadas de todas las puertas que tenía esa habitación amarilla, con sus escobas, y baldes intentaban sacar el agua, y el agua, soberana sobre ellas, sobre nosotros inconscientes.
Fue un sueño, me dijiste, pero no sé, no estoy tan segura.
En mi mundo, de hecho, hay dos mundos, uno sumergido en el otro, como el barco en el mar, como el hombre ahogado, en lo profundo del mar.
Estos mundos, paralelos, pero no iguales. Uno el que nos enseñan a tener, a apreciar y a conocerlo, y claro está, a vencerlo.
El otro, el que cree con el tiempo, junto al tiempo. Un mundo donde un árbol, no es solo un árbol, sino un alma perdida en forma de tronco con hermosas hojas verdes colgando y besando al viento.
Me dijiste, a vos te gusta la lluvia no? Capaz sea por eso.
Y claro, el mundo caótico que parecía, no estaba en realidad caótico, sino, en paz, en harmonía, llovía hasta taparnos los huesos, y todo calmo entre los mates y las palabras y las miradas, todo calmo, solo una llovizna de paz sobre nosotros que caía, suave como el agua en la yerba, y la yerba se entregaba se nutría de esa agua, así como yo a vos, así como, vos a mí.
No fue un sueño, no, o por ahí si quien sabe. Te tengo a vos, ni que sea a la distancia, te tengo a vos y eso es mas real que un sueño pero inexistente como lo son los hombres mismo, entonces que fue? Una realidad paralela al tiempo, capaz…
Estaba en tu casa, llovía, como dicen por acá, a cantaros.
Se rebelaba el cielo contra nosotros, se daban vueltas sus nubes grises para arrojarnos con toda su fuerza, sus lágrimas, lágrimas…
El agua quería poseer nuestro cuerpo, por las rodillas amenazaba y amenazaba al compás del viento que la empujaba hacia nosotros.
Y nosotros, a nosotros no parecía importarnos, cambiábamos mates con palabras y miradas. Y el mundo daba vueltas, se sentían gritos, y mujeres que salían desesperadas de todas las puertas que tenía esa habitación amarilla, con sus escobas, y baldes intentaban sacar el agua, y el agua, soberana sobre ellas, sobre nosotros inconscientes.
Fue un sueño, me dijiste, pero no sé, no estoy tan segura.
En mi mundo, de hecho, hay dos mundos, uno sumergido en el otro, como el barco en el mar, como el hombre ahogado, en lo profundo del mar.
Estos mundos, paralelos, pero no iguales. Uno el que nos enseñan a tener, a apreciar y a conocerlo, y claro está, a vencerlo.
El otro, el que cree con el tiempo, junto al tiempo. Un mundo donde un árbol, no es solo un árbol, sino un alma perdida en forma de tronco con hermosas hojas verdes colgando y besando al viento.
Me dijiste, a vos te gusta la lluvia no? Capaz sea por eso.
Y claro, el mundo caótico que parecía, no estaba en realidad caótico, sino, en paz, en harmonía, llovía hasta taparnos los huesos, y todo calmo entre los mates y las palabras y las miradas, todo calmo, solo una llovizna de paz sobre nosotros que caía, suave como el agua en la yerba, y la yerba se entregaba se nutría de esa agua, así como yo a vos, así como, vos a mí.
No fue un sueño, no, o por ahí si quien sabe. Te tengo a vos, ni que sea a la distancia, te tengo a vos y eso es mas real que un sueño pero inexistente como lo son los hombres mismo, entonces que fue? Una realidad paralela al tiempo, capaz…
Imaginei tanta coisa ao ler esse texto.... talvez coisas que existam só mesmo na minha cabeça, mas ainda assim, coisas que coloriram mais a escrita, deram um conteúdo extra, além de toda a sua beleza.
ResponderExcluirPaloma arrasando, como sempre.